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Una nueva odisea en el viaje de vuelta a Salamanca de 65 turistas del Imserso

Mundiplan les informa del cambio de vuelo diez horas antes de la salida y les traslada en bus desde Madrid

Turistas jubilados con las maletas preparadas para emprender el viaje de vuelta

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La empresa que gestiona el programa público Imserso, Mundiplan, ha vuelto a protagonizar un cambio de planes de última hora que ha causado gran malestar a un grupo de 65 turistas procedentes de Salamanca.

Según denuncia uno de los afectados, Pedro Nieto, el lunes a las 21 horas se les informó de la modificación del vuelo que tenían previsto para este martes. En lugar de partir a las 14 horas, debían coger el avión a las 7.05, lo que significaba que su estancia en Menorca había finalizado, puesto que el autobús que les trasladó hasta el aeropuerto les esperaba a las 5.30 de la madrugada. De hecho, tenían previsto ir a cenar a Maó, pero lo descartaron tras conocer el nuevo horario del avión.

Además, el nuevo vuelo no les dejó en el aeropuerto de Salamanca como habían contratado, sino que volaron hasta Madrid y allí cogieron un autobús hasta el destino final. Un viaje que en la ida duró dos horas y media, se convirtió en un trayecto de siete horas en la vuelta. Nieto explica que, en su caso, «habíamos escogido este viaje porqué salíamos desde casa», lo que implicaba una mayor comodidad.

Las quejas de los 65 afectados llegaron a tal punto que una patrulla de la Guardia Civil se personó en el hotel para calmar los ánimos. Les indicaron que podían poner una denuncia, pero como la comisaría de Es Mercadal se encontraba cerrada, «tenemos pensado ponerla en Salamanca», advierte Nieto.


Más cambios

Pero su indignación no acaba aquí. Este grupo de turistas salmantinos había adquirido inicialmente un paquete para venir a Menorca del 8 al 15 de mayo. Sin embargo, Mundiplan les anunció el 5 de abril que sus vacaciones se avanzaban un mes y que conocerían la Isla del 12 al 19 de abril. Esta modificación implicaba también un cambio en el alojamiento. En lugar de hospedarse en el Blanc Palace de Cala Blanca, fueron trasladados al Aguamarina, en Arenal d'en Castell. Un cambio que no gustó a algunos de los turistas «porque tiene una estrella menos de lo que nos habían dicho inicialmente», lamentan.

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