La Agencia Balear del Agua (Abaqua) se ocupará a partir de ahora de las explotación, mantenimiento y puesta en marcha de las desaladoras de Ciutadella y Santa Eulària (Eivissa), que continuarán siendo de titularidad estatal. El acta de entrega de ambas instalaciones se formalizó este miércoles con la firma del acuerdo por parte de la directora general del Agua del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Liana Ardiles, y la directora general de Recursos Hídricos del Govern balear, Joana Garau.
Con dicho acuerdo se desbloquea la situación de las desaladoras después del proceso de rescate por parte del Ministerio, que asumió parcialmente las reclamaciones de las concesionarias y, en concreto en Menorca, aceptó pagar 19,1 millones de euros a Acciona. Pero la cuestión de quién asume los 11 millones restantes -hasta los 30 que pedía la empresa concesionaria-, no ha quedado resuelto de manera totalmente satisfactoria para el Govern.
Si bien en el acta de entrega firmada ayer no se explicita que el Ejecutivo balear asuma el sobrecoste, el Estado sí se ha reservado una cláusula para poder reclamar a la Comunidad Autónoma en caso de un posible recurso de la concesionaria, según informaron ayer fuentes oficiales de la Dirección de Recursos Hídricos al término de la reunión.
La firma, que se esperaba conseguir en marzo, después de que en febrero los técnicos de las dos administraciones firmaran un acta de inspección de las instalaciones, llegó ayer tras presentar el Govern hasta cuatro borradores al Ministerio para evitar que se repercutieran los sobrecostes a Balears. La desaladora de Ciutadella tiene una capacidad para poder tratar un máximo de 3,5 hectómetros cúbicos al año.