El «pacto del notario». Así ha bautizado a la coalición de izquierdas la que ha sido senadora por Menorca por el PP los últimos cuatro años y medio y opta a la reelección, Juana Francis Pons Vila.
Un pacto «licito y legal», aunque recuerda, asegura Pons Vila, por un lado al Pacto del Tinell, firmado por las fuerzas de izquierdas y catalanistas en 2003 y al compromiso, también firmado ante notario en 2006, por el entonces candidato a presidir la Generalitat, Artur Mas de no pactar con el PP.
Unas alianzas, interpreta la senadora, que se han hecho para «ir contra el PP». Igual que la que se ha llevado a cabo en Menorca, que «solo busca ir contra mí, como senadora del PP y que la voz de Menorca no sea del Partido Popular», asegura Pons Vila.
La dirigente popular manifiesta su «sorpresa» ante este pacto, ya que parecía que «había quedado zanjado», tras las decisiones de las direcciones nacionales de Podemos y PSOE. En este sentido, recuerda que los socialistas menorquines estaban dispuestos «a ceder sus votos, sin ni siquiera poder escoger el candidato», y que fue «Pedro Sánchez el que dijo que no quería pactar con Podemos».
También lanza un mensaje, ante las voces que auguran una victoria de la lista izquierdista, por la suma de los votos de los partidos del pacto que sobrepasan a los del PP: «En política dos más dos no siempre son cuatro, y los resultados del 20-D ya no cuentan» y añade que «no hay nada escrito». En este sentido, cree que la última breve legislatura (que califica de «decepcionante») «habrá puesto a mucha gente en su sitio» y habrá demostrado que «la nueva política no es tan nueva». En todo caso asegura que ella se va a centrar «en explicar a la sociedad menorquina el trabajo realizado para Menorca».
Pons Vila también ha deslizado cierto reproche a su mayor contrincante, Marga Benejam, la candidata de la izquierda. «He dicho desde el principio que yo me presento, no como otros que parece que solo se presentan si hay opciones de ganar», asegura Pons Vila,