Puzzlephone es el teléfono modular fabricado en Europa, concretamente en Finlandia. El dispositivo tiene tres módulos que están alineados con las necesidades más básicas y prioritarias de los clientes: se puede cambiar la pantalla fácilmente, la electrónica principal, el chip, la cámara, la batería..., todo esto con un producto ideado para durar hasta 10 años.
¿Cómo defines en tus palabras a PuzzlePhone?
— Puzzlephone es un teléfono inteligente de larga duración que cuenta con tres módulos fáciles de cambiar.
¿Qué aporta PuzzlePhone a la sociedad y el entorno?
— El nombre de la compañía es Circular Devices. Creemos en la economía circular y por eso diseñamos PuzzlePhone, un producto que permite un modelo Reduce Reuse Recycle (reducir, reutilizar, reciclar). En un mundo en el que todos los smartphones son monolitos, inamovibles, irreparables y diseñados para fallar, nosotros demostramos que se puede hacer de forma diferente. El mundo va camino de los 5.000 millones de dispositivos y, ahora mismo, estos tienen una vida media de entre 12 y 18 meses, por lo que cambiar todos los dispositivos en este período no es sostenible.
¿Cuál es el activo más preciado del carácter emprendedor?
— La paciencia, la preparación, el saber esperar para que todo esté alineado. Una mezcla de paciencia con el mundo: a veces tienes una idea muy buena pero debes esperar porque el mundo no está preparado.
¿Por qué tendrá éxito PuzzlePhone?
— Al margen de precios y de perfiles de usuario, yo creo que para todo el mundo es bastante insultante, y una situación con la que es fácil de empatizar, el: «me acabo de comprar un móvil de 700 euros, se me ha caído y me he quedado sin pantalla». No lo puedes reparar de forma sencilla bajo ningún concepto. Además, esto es como en los coches, a la que abres un móvil, nunca vuelve a funcionar de la misma manera. Nosotros ofrecemos una solución a este problema.
¿Qué le dices a inversores, partners y a tu equipo para que confíen en PuzzlePhone?
— Somos un equipo de 33 personas. De estas, la mitad son inversores, la otra mitad socios trabajadores y luego está Markus Levlin, chairman de la compañía y abogado de propiedad intelectual. En cuanto a inversores, creo que es muy importante la confianza que les transmites y, sobretodo, mostrar tranquilidad en que tenemos capacidad de ejecución. Si nosotros somos capaces de ejecutarlo y el producto tiene sentido, les interesa que haya un new kid in town que de un poco de juego a los grandes.
Si Menorca fuese tu compañía, y teniendo en cuenta tu creatividad e imaginación como emprendedor, ¿qué propondrías para que Menorca avanzase?
— Hay que ser conscientes de qué es lo que marca la diferencia, qué es lo mejor que tiene Menorca. Y este activo hay que ponerlo en valor, transmitirlo, centrar la marca entorno a ello y protegerlo. El ecosistema de Menorca es único, y cuanto más avance el planeta, y más lo destruyamos, más único va a ser.