No se las esperaba en un principio pero están aquí. Las urnas reaparecen este domingo en Menorca y en el conjunto del Estado, de forma inusitada, sin la cadencia plurianual habitual, para resolver una pugna que en el caso de las Islas, y de la Isla, se antoja ajustada y con muchas incógnitas por resolver.
Se repiten elecciones, pero no son las mismas, no son iguales. La distancia entre aquel 20 de diciembre y este 26 de junio no es solo de medio año, sino que también separa las dos citas la formación de una nueva coalición de izquierdas, Units Podem Més, versión propia de Unidos Podemos, cuyos indudables efectos en el reparto de votos y escaños no están nada claros.
Las encuestas, y una cierta lógica aritmética electoral, apuntan a un crecimiento de Units Podem Més que le podría aupar a un tercer diputado en Balears que se añadiría al dúo Juan Pedro Yllanes-Mae de la Concha. De darse el caso habría un damnificado. Los sondeos señalan al PSOE en una ajustada pugna entre autodenominados progresistas, lo que dejaría a los socialistas en mínimos muy mínimos (un diputado). Si fuera el PP, la afectada sería la menorquina Águeda Reynés, que se quedaría sin maletín. Ciudadanos aspira a mantener su representante.
Pero para pugnas igualadas e inciertas, la del Senado en Menorca. La unión parcial de la izquierda, con PSOE por libre, ha derivado en una encarnizada carrera entre Units Podem Més y la debutante Marga Benejam frente a la experimentada Juana Francis Pons Vila, del PP, que se resiste a dejar escapar la condición de senadora que ha ostentado durante dos legislaturas. Las encuestas hablan de empate técnico y resolución por un porcentaje muy bajo de votos.