La sociedad municipal Promocions Urbanístiques de Maó (PUM) ya no existe. El pleno del Ayuntamiento de Maó, constituido en junta rectora de este ente, aprobó este jueves su disolución, un complejo proceso que comenzó en noviembre del año pasado por imperativo legal, después de haber declarado pérdidas durante dos ejercicios consecutivos (unos 160.000 euros entre 2013 y 2014).
El fin de la sociedad dedicada a la gestión de bienes municipales y el desarrollo de proyectos urbanísticos, nacida en diciembre de 1993, supone que sus bienes y activos pasan a ser titularidad del Ayuntamiento de Maó. Así las cosas, el Consistorio incorpora cinco profesionales y 55 propiedades inmobiliarias, cuyo valor asciende a 6.145.611 euros. A pesar de algunas dudas iniciales al respecto, el Ayuntamiento no ha tenido que abonar considerables cantidades en impuestos por estas transmisiones, solo pendientes de ser registradas. Esto es así, en gran parte, porque no se han generado plusvalías ya que su valor actual no supera la suma del inicial más los porcentajes establecidos por la ley a tal efecto.
El valor patrimonial con el que se disuelve definitivamente el PUM es de 8.297.431 euros. Este el resultado de la suma de todos los activos, además de haber descontado los pasivos. Cabe señalar que el PUM, por ejemplo, tiene propiedades arrendadas o cantidades pendientes de cobro.