El puerto de Maó cerró el primer semestre de este año con un aumento de la llegada de cruceristas de 4.804 personas. Este mayor desembarco turístico tuvo lugar en mayo, gracias principalmente al inicio de las escalas del gigante «MSC Armonia», que con sus 1.993 pasajeros y cerca de 700 trabajadores de tripulación se hizo notar a su paso por la rada de Llevant. Mayo de 2016 prácticamente duplicó la cifra de visitantes a bordo de cruceros que se registró en el mismo mes de 2015, según la estadística de Autoridad Portuaria de Balears (APB), pasando de 6.918 a 13.459 turistas.
El acumulado de la mitad del año suma 24.044 cruceristas frente a los 19.240 del mismo periodo del año pasado, aunque marzo no sumó ni un pasajero de este tipo de turismo y abril y junio registraron descensos (181 y 1.229 pasajeros menos respectivamente).
Tampoco hubo un incremento de buques, ya que en seis meses se mantuvo el total de 28 cruceros que ya se registró en 2015, pero el mayor tamaño y capacidad de los mismos es un factor fundamental para ese aumento de cruceristas. Solo el «MSC Armonia», que con sus trece plantas de altura y 275 metros de eslora es el de mayor tamaño que ha entrado en el puerto, tiene previsto transportar a un total de unos 20.000 turistas esta temporada.
Claro que la actividad de Maó está muy lejos de la de los otros puertos de interés general de Balears. Palma recibió hasta junio 620.000 cruceristas pero sin duda es el puerto de Eivissa el que dispara la estadística, ya que ha aumentado el pasaje de cruceros en 26.255 visitantes, es decir, su incremento respecto a 2015 supera el total acumulado de enero a junio en la rada mahonesa. Los muelles de Botafoc contabilizan ya 86.433 cruceristas y reciben a superbuques que albergan a más de tres mil cruceristas, como el Costa Favolosa.
La temporada de cruceros comenzó en Maó el pasado 2 de abril, con la llegada del barco «Silver Cloud» y 278 pasajeros más 222 tripulantes. El «MSC Armonia» tenía que haber atracado ese mismo mes pero su entrada se pospuso en dos ocasiones por el mal tiempo. Finalmente llegó en mayo procedente de Marsella y con rumbo a Cagliari, con turistas de nacionalidades de todo el mundo.