La preocupante tendencia a la baja en cuanto al número de donaciones de sangre, como en todo el archipiélago balear, se sostiene en los dos últimos años, incluidos los seis primeros meses del actual. En Menorca las donaciones disminuyeron un 5,7 por ciento en 2015 respecto al año anterior, a pesar de que el número de nuevos donantes, los que respondieron a las campañas de captación por primera vez, creciera un 25 por ciento.
La menor disponibilidad de sangre por esta bajada de aportaciones voluntarias se hace más manifiesta durante la época estival, debido fundamentalmente al aumento de la población por la llegada del turismo y a que los donantes habituales suelen interrumpir sus donaciones. Además, aunque disminuya la actividad asistencial, se incrementa la de urgencias por accidentes.
La Fundació Banc de Sang i Teixits de les Illes Balears organizó en Menorca el pasado año un total de 114 campañas de donación, lo que supone entre dos y tres por semana, en las que se realizaron 3.346 donaciones, que solo incluyeron a 225 nuevos donantes. Durante ese ejercicio Menorca contó con 1.945 donantes, aunque esta cifra contempla a aquellos que repitieron en diferentes lugares de la Isla en los que periódicamente se hacen recogidas de sangre. Los donantes habituales alcanzaron los 1.555.
Este año
Estas cifras de pérdida de donaciones se han mantenido durante los seis primeros meses del año en curso, con un 5,76 por ciento menos que en 2015 y un 15,22 por ciento menos de nuevos donantes, por lo que de no repuntar la tendencia a la reducción podría ser más acusada al final del ejercicio.
La Fundació balear recuerda que la donación de sangre es una actividad que debe realizarse de forma regular para garantizar las demandas diarias de todos los hospitales y clínicas de las Islas. Para dar esta cobertura, el Banc de Sang, que se encarga de distribuirla a todo el archipiélago precisa que cada día 200 personas acudan a los diferentes puntos de donación existentes para asegurar las transfusiones necesarias de todos los pacientes.