Las dos fisuras detectadas el martes en el cable eléctrico submarino que conecta Mallorca y Menorca siguen derramando el hidrocarburo que se utiliza para refrigerar la interconexión.
Durante el día miércoles buzos contratados por Red Eléctrica Española inspeccionaron el cableado e iniciaron los trabajos para recuperar la normalidad cuanto antes, junto a Salvamento Marítimo y con el apoyo y coordinación de la Dirección General de Emergencias e Interior, el Ayuntamiento de Ciutadella y el Consell.
La infraestructura pierde a razón de un litro de combustible por hora, un vertido que consideran «de pocas dimensiones» y que fue detectado visualmente. Aún así, y a modo de precaución, el Govern activó la fase de prealerta del plan de Contaminación Accidental en Área Marítima (Cambal).
La empresa suministradora contactó este miércoles con el fabricante del cable para que contribuya a decidir la mejor estrategia de actuación a seguir para sellar definitivamente la fuga del cable, que se había dado por reparado el lunes, después de haber sido seccionado el pasado 8 de julio.
La barrera absorbente instalada en la playa de Cala en Bosc no detectó a lo largo de este miércoles ningún resto de combustible, lo que garantiza que la playa es apta para el baño. Permanecerá allí a modo de precaución y como «chivato» por si el vertido avanza hacia la costa.