Duplicar la conexión eléctrica submarina entre Mallorca y Menorca tendrá consecuencias medioambientales importantes. En primer lugar, permitirá reducir al mínimo la actividad de la central térmica del puerto de Maó hasta tal punto «que podría apagarse durante algunas horas al día, según la época del año», sostiene el director general de Energía del Govern, Joan Groizard.
Esto conllevaría una reducción de las emisiones de CO2 y otros gases contaminantes ya que, tal y como explica Groizard, las centrales de Mallorca son más grandes y eficientes y generan electricidad a partir de gas natural, que es menos perjudicial para la capa de ozono que el fuel o el diesel que quema la instalación de Maó.
En segundo lugar, la instalación del nuevo cable abriría una vía de salida para aquella energía generada en la Isla. Sobre todo para las renovables, donde Menorca «está más avanzada que el resto de Balears y generará energía limpia antes», asegura el director general.
El cable actual, por su antigüedad, no tiene suficiente capacidad (35MW) para transmitir energía de Menorca a Mallorca. En este sentido, Groizard mantiene que una mayor interconexión «permite desarrollar las renovables de forma más rápida y segura».
Otras ventajas de la nueva infraestructura eléctrica, que discurrirá de manera paralela a la antigua, es que no existe riesgo de vertido, como ahora, debido a la tecnología en seco que hace que no sea necesario utilizar refrigerante para evitar el sobrecalentamiento del cable eléctrico, además de estar enterrado a gran profundidad.
Burocracia
Groizard mantiene que la nueva instalación será realidad en 2019, aunque reconoce que la ausencia de un gobierno en Madrid ha paralizado la tramitación de la obra en la que Red Eléctrica tiene previsto invertir alrededor de 60 millones de euros.
El Ministerio de Medio Ambiente la incluyó en la planificación del quinquenio 2015-2020.
Groizard reconoce que la tramitación ambiental del cable está hecha, pero falta la Declaración de Singularidad, que depende del Madrid. Una vez se otorgue, no obstante, será necesaria otra tramitación paralela.
Será la correspondiente a la conexión terrestre del cable en la zona nordeste de Mallorca, «donde todavía faltan algunos refuerzos». Esta tramitación, según Groizard, puede demorarse entre dos y tres años.
En Menorca está todo adaptado en la zona de Cala en Bosc para poder enchufar el cable en cuanto finalice el tendido del mismo.
Personalmente, me parece una broma que aun se permita la existencia de una planta como la de Gesa de Maó tan cerca de un importante núcleo turístico densamente habitado todo el año. Si tuviéramos un poco de sentido común, exigiríamos que eliminaran esta infraestructura cuanto antes. El político que lo plantee, tendrá mi voto.