El Ayuntamiento de Ciutadella registra desde hace unas tres semanas una avalancha de reclamaciones de ciudadanos, que tiene desbordado el área de Urbanismo, relacionadas con los numerosos inmuebles (o parte de ellos) sin declarar detectados con la campaña de regularización del Catastro, lanzada por el Ministerio de Hacienda en el conjunto de España para luchar contra el fraude.
El Catastro a través del dron espía ha peinado todo el término municipal para verificar que el valor catastral declarado de los inmuebles es el real. No se trata de buscar edificios construidos ilegalmente, sino de que su valor catastral se incorpore en el padrón inmobiliario municipal, informa Hacienda. Ello es importante sobre todo a la hora de pagar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), ya que si el edificio es más grande (sea legal, ilegal o alegal), hay que pagar más.
En Ciutadella el problema ha venido cuando el Catastro se ha adentrado en el suelo rústico, debido a los 4.000 hortales que hay en el municipio, 2.000 contemplados por el PTI y otros 2.000 fuera de ordenación. También se han centrado con las explotaciones agrarias y edificios urbanos, sobre todo detectando reformas y piscinas no declaradas, aunque en este caso el número de expedientes son menores, explica el concejal de Urbanismo, José López.
El Catastro está remitiendo a los propietarios las cartas donde se les explica las irregularidades detectadas. Los vecinos, al recibir el aviso, se dirigen de inmediato al Ayuntamiento para saber qué hay que hacer para regularizar el valor catastral. El personal del Consistorio les informa de los pasos a dar para remitir la reclamación al Catastro. Es tal la afluencia de propietarios que se ha dirigido al Ayuntamiento que hay «una trabajadora que todo el día se dedica a ello», explica López, quien recuerda que las competencias del Catastro son del Ministerio de Hacienda.
Uno de los problemas más comunes es que el Catastro ante la falta de fecha de edificación de muchos edificios no regulados ha puesto el mismo año de construcción a todos. Evidentemente, cuando los propietarios ven que pone una fecha que no es real, ya quieren reclamar, explica el concejal de Urbanismo, José López. Y así suma y sigue.
Una vez el Catastro tenga todos los expedientes finalizados (ya que todavía está enviando notificaciones), remitirá al Ayuntamiento el padrón inmobiliario actualizado, para que de cara al año que viene se le pueda aplicar los impuestos correspondientes al valor real. Pese a ello, López ve «muy justo» que las actualizaciones catastrales estén listas a 1 de enero del año que viene, para poder aplicar el nuevo importe del IBI.
Resto de Menorca
De momento se desconoce cuántos inmuebles se verán afectados en Ciutadella por la campaña de regularización del Catastro.
Donde sí hay una estimación es en el resto de municipios de Menorca donde han aflorado más de 2.500 inmuebles sin declarar, sin contar los datos de Sant Lluís, Maó y Ciutadella, donde todavía no ha acabado el proceso de regularización.