La Gerencia Regional del Catastro ha iniciado en Sant Lluís un procedimiento de valoración colectiva de inmuebles, en concreto en la zona de Cap d'en Font, que implica el cambio a efectos fiscales de la clase del suelo, que pasa de urbano a rústico.
Algunos vecinos de esta urbanización ya han recibido la notificación oficial con la nueva clasificación de su finca y han acudido a la oficina del Catastro para informarse. No se trata de un caso aislado sino que a través de estas consultas han podido saber que hay hasta 78 viviendas afectadas por este cambio de valor catastral y que puede haber más. Un cambio en el valor y el tipo de suelo que emana de la modificación introducida en 2015 en la Ley del Catastro Inmobiliario a resultas de una sentencia del Tribunal Supremo de 30 de mayo de 2014.
La jurisprudencia, que surge de un litigio iniciado en Extremadura, es de aplicación estatal y afecta a terrenos que pagaban como urbanos pero que, al carecer de planeamiento de desarrollo pormenorizado o detallado «deben ser clasificados como bienes de naturaleza rústica» y contribuir como tales al IBI que recaudan los ayuntamientos, además de quedar exentos del Impuesto sobre el Incremento del Valor de Terrenos de Naturaleza Urbana, es decir, la plusvalía.
La notificación ha sembrado el desconcierto y la preocupación entre los residentes en esta zona de Sant Lluís, y así se puso de manifiesto en una reunión de propietarios celebrada el pasado agosto. Algunos viven todo el año, otros son veraneantes, y la mayoría tienen chalés en un terreno que ahora es rústico, con los condicionantes que eso supone a la hora de hacer obras, cambios o ampliaciones.
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