El departamento de Ordenación Territorial y Turística del Consell solo ha actuado en un total de cinco casos de supuesto alojamiento turístico ilegal en lo que va de año. De estos cinco casos, cuatro provienen de denuncias de particulares, principalmente en relación a portales que anuncian alojamientos fuera de la normativa o bien contra otros particulares. La única actuación de oficio que han llevado a cabo los inspectores de la institución insular, tanto en 2015 como en 2016, ha sido la del antiguo hotel Esmeralda Park, al que ha impuesto una sanción de 325.000 euros.
De hecho, según los datos facilitados por el Consell, desde el año 2014 hasta la actualidad, el total de casos inspeccionados se ha elevado hasta los 13, siendo el año 2014 en el que se registró una menor actividad inspectora, con tan solo dos denuncias recibidas. Las bajas cifras contrastan con el auge de la oferta ilegal de alojamiento que ha vivido Menorca en los últimos años. Los últimos cálculos aproximados sitúan este tipo de oferta fuera de ordenamiento en unas 18.000 plazas.
Más allá de la poca incidencia social que ese pujante negocio al margen de la legalidad está teniendo, a la vista del bajo número de denuncias formalizadas, las cifras también ponen de manifiesto el escaso poder inspector de la institución insular, que solo cuenta con dos personas para ese fin. No obstante, las cifras históricas también muestran el poco recorrido que tienen las denuncias en este campo.