El equipo de gobierno de Ciutadella no garantiza que todos los bares del centro que usaban los patios interiores antes de que se clausuraran (hace ya dos años) en aplicación del Plan Especial del Casco Histórico que los prohibe, puedan volver a abrir sus puertas, cuando se haya aprobado la modificación del plan.
Así lo contempla la propuesta con la que trabaja el equipo de gobierno, que seguirá poniendo límites al número de establecimientos que podrían abrir sus terrazas. Todo ello pese al informe jurídico del Consell que cuestionaba que se limitara el uso a las terrazas interiores ya existentes, al entender que puede ser discriminatorio.
Alegan que el informe vinculante de la Comisión Insular de Patrimonio, exige que se limite el número de patios interiores para uso hostelero en el centro histórico y que no limitarlos sería un «desbarajuste» que «perjudicaría a los vecinos», y de lo que se trata es de «encontrar un equilibrio». Además, el gobierno entiende que lo que pedía el informe jurídico es que «no se limitará con nombre y apellidos», excluyendo a potenciales bares.
Por ello lo que pretende es establecer criterios técnicos y urbanísticos, para hacer la criba. En este sentido, apuesta por dividir el núcleo antiguo en isleta, y en cada una de ellas en función de la anchura y del espacio libre en el centro de la misma se establecerá un número potencial de patios.
Será a partir de esos criterios precisamente que alguno de la veintena de patios interiores existente puede caerse, aseguran fuentes municipales. No obstante, aclaran estas mismas fuentes que todavía es una propuesta, y que «se busca explorar todas las posibilidades», para intentar contentar al máximo número de establecimientos. Asimismo, también puede darse el caso que a partir de estos criterios puedan abrirse patios interiores que nunca han tenido uso hostelero.
Precisamente para poder «explorar» esas posibilidades, el gobierno de Ciutadella no llevará esta cuestión en el pleno de la semana que viene, conscientes que los restauradores ya han perdido la temporada, y ya no viene de un mes más.
Previsiblemente la modificación del Plan Especial que debe permitir los patios interiores y la aprobación de forma definitiva de la ordenanza que debe regular sus horarios irá al pleno de noviembre. Las intenciones iniciales es que todo ello se aprobará en el pleno de julio, algo que esperaban los restauradores como agua de mayo. Al final, primero por la espera de que el Consell remitiera su informe jurídico y posteriormente para buscar la manera de incorporar las recomendaciones del Consell, la cuestión se ha demorado, de momento, cuatro meses respecto a las pretensiones iniciales.