Maó se adhirió en 2007 a la Asociación Internacional de Ciudades Educadoras, y desde entonces es habitual celebrar su inclusión cada 30 de noviembre. Sin embargo, como indicaba ayer la alcaldesa, Conxa Juanola, «nosotros no queremos que se quede en una simple adhesión y una celebración sin contenido, queremos que sea un objetivo» aplicando una «visión íntegra para que la ciudad avance con valores y con unos ciudadanos más conscientes, educados, sensibles, equitativos».
Y es que, para el equipo de gobierno, que Maó sea una Ciudad Educadora debe traducirse en que «sea más que una ciudad espectáculo, debe haber formación en valores, con actividades con contenido».
La edil de Ámbito Socioeducativo, Laia Obrador, en compañía de la mitad del equipo de gobierno, explicó ayer que «todas las áreas municipales preparan sus propuestas en una misma línea. Es así que se ha elaborado un programa (disponible en la web municipal) para noviembre en el que figuran gran variedad de actividades y jornadas, celebrando, entre otros, días como los del voluntariado o contra la violencia de género.