Caritas ha empezado a ofrecer acogida y prestación de servicios básicos, como recursos de higiene personal o lavandería, a entre seis y siete personas de las 40 que se han detectado en Menorca que carecen de hogar. Este servicio, que en ocasiones es también compañía y un café caliente, se presta en la sede de la entidad en Ciutadella y en el piso (anteriormente de Projecte Home) que hay en el edificio Calabria de Maó. Éste último alojamiento, en el que aún no se realizan pernoctaciones, está pendiente del acuerdo con el Consell y los ayuntamientos de Maó y Ciutadella para ser centro de baja exigencia que pueda atender a personas con dificultad para seguir las normas de las casas de acogida.
«Lo más importante es que inicien un proceso, no pernoctar», señaló ayer Guillem Ferrer, secretario general de Caritas durante la presentación de la memoria anual de 2016, en la que se da cuenta del lleno actual de los pisos sociales, donde han sido alojadas entre enero y noviembre 29 personas y cinco familias monoparentales.
También dentro del programa de acompañamiento en derechos sociales básicos, se ha asistido a un centenar de personas en ámbitos como la educación, la sanidad y la vivienda, siento este último el que más demanda de atención ha generado.