El Real Aeroclub de Mahón ha dado un paso decisivo para consolidar su viabilidad. Tras dos años de trámites y gestiones, el aeródromo ha logrado la autorización para el aterrizaje de aeronaves ultraligeras, un tipo de aviación que está en auge gracias a la simplificación tanto económica como de formación. Hasta el momento no era posible que este tipo de aviones aterrizaran en la Isla puesto que no había instalaciones autorizadas para ello, a pesar del éxito que están teniendo en Europa. La entidad menorquina inició los trámites con el fin de abrir el abanico de posibilidades de las instalaciones y ofrecer alternativas a los usuarios.
El campo de aterrizaje del aeroclub se encuentra dentro del espacio protegido del aeropuerto. Este tipo de aeronaves no pueden, por normativa, volar a cinco millas a la redonda de un espacio aéreo controlado. De ahí que fuera necesario contar con una exención de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) que permitiera el aterrizaje de estas aeronaves en el aeródromo, que finalmente ha otorgado, tal como lo anuncia la entidad en su página web. Esta autorización abre una nueva vía que va a aumentar la actividad de las instalaciones que llevan 45 años promocionando la aviación deportiva en la Isla.