La Inspección de Trabajo ha abierto una investigación a la empresa Hospedaje y Bienestar, propietaria del aparthotel HyB Sea Club Menorca, ubicado en Cales Piques (Ciutadella) después de que ésta tramitara en diciembre el despido improcedente 30 trabajadores, el 100 por cien de la plantilla. La Dirección General de Trabajo del Govern considera que podría haber cometido una infracción muy grave al no comunicar el despido colectivo a través de un Expediente de Regulación de Empleo, algo obligatorio cuando se prescinde de más de cinco trabajadores.
La reacción institucional llega poco después de que el sindicato UGT hiciera pública la situación. La empresa aceptó indemnizar a los afectados en el Tribunal de Arbitraje tras haberlos despedido inicialmente bajo la acusación de robar productos alimenticios del economato del hotel. La directora general de Trabajo, Isabel Castro, recuerda que será el inspector que lleve la investigación quien determine si se ha seguido con el procedimiento legal, aunque todo indica que se trata de un despido colectivo oculto.
De confirmarse estas sospechas se abriría un expediente sancionador a la empresa por infracción muy grave, que se materializaría en una multa que oscilaría entre 6.251 y 187.515 euros.
Castro afirma que «no es el primer caso» de este tipo que se conoce en Balears «pero no es habitual». En este caso, la principal preocupación de Trabajo es que al no haber registrado el ERE no se habrían reunido las partes en comité de empresa para negociar los despidos.
El conseller de Ocupación de Menorca, Miquel Company, también condena el modus operandi de la propietaria del aparthotel y lo define como «un caso flagrante de atentar contra los intereses de los trabajadores y contra la normativa». Por ello afirma que a pesar de que el Consell no tenga competencias para actuar, se pone a disposición «de todas las partes, sobre todo de los trabajadores para intentar que se les reconozcan sus derechos y tengan toda la seguridad jurídica y laboral para que no se puedan quitar, como se ha manifestado estos días».
La empresa echó a la calle a todos los trabajadores, algunos de ellos con más de 15 años en la empresa como fijos-discontinuos, a finales de 2016. En octubre se acusó a siete de ellos de robar alimentos por valor de 10.000 euros y el director explicaba que se organizaban en bandas de entre 3 y 4 personas para perpetrar los hurtos sin ser descubiertos. Estas acusaciones se extendieron en diciembre al resto de los empleados, que recibieron una carta en la que se les informaba de despido disciplinario por pérdida de confianza. La empresa denunció los hechos ante la justicia, por lo que ahora los empleados esperan restituir su imagen.
La empresa guarda silencio y recluta más empleados
El director del aparthotel se niega a hacer declaraciones sobre las acusaciones y la naturaleza de los despidos y se escuda en seguir la política de HyB al respecto. Mientras tanto en las instalaciones hoteleras la actividad es mínima. En la página web ayer por la mañana era imposible reservar una habitación en ningún día del año y, después de un intento fallido con el responsable del hotel, por la tarde se podía reservar una estancia hasta el 13 de mayo, pero no en temporada alta. La razón no se encuentra según el director en la falta de trabajadores.
Hace una semana publicaron ofertas de empleo en distintas ocasiones. Precisaban un jefe de mantenimiento, 2º de mantenimiento, un jardinero y recepcionistas, camareras de pisos y camareros de restaurante sin nombrar en qué cantidad. Las ofertas aparecían con condiciones similares a otras publicadas en octubre, cuando despidieron a personal de cocina por supuestos hurtos. Entonces anunciaron que requerían de 2 cocineros, 1 segundo jefe de cocina, 1 jefe de recepción. Ofrecían un contrato de 12 meses y remuneración según convenio.