La creación de una zona verde de medio centenar de plazas exclusivas para los vecinos del centro de Maó ha sido acogida con entusiasmo por residentes en el núcleo histórico quienes consideran que la iniciativa es un primer paso para atraer a nuevos inquilinos. La Asociación de Vecinos Centro Histórico asegura que la entidad llevaba reclamando históricamente esta medida con el fin de «fomentar la residencia en el centro de la ciudad», asegura su presidenta Roser Román, quien agrega que «todas las ciudades del mundo lo tienen implantado».
Unas 500 viviendas del centro histórico están sin habitar. Y una de las causas de este éxodo hacia la periferia es, según Román, la dificultad de acercarse al hogar en coche. De ahí que considere que la bolsa de 50 plazas de aparcamiento exclusivas para los residentes puede convertirse en un aliciente para nuevos vecinos.