Los propietarios del Assúkar y el Zouck, las dos salas de ocio nocturnode la calle Borja Moll de Maó, se posicionan contra la nueva ordenanza que regula los horarios de los bares y discotecas. Obligará a cerrar una hora antes en verano y dos en invierno excepto si los locales están en la zona del puerto, algo que consideran que les discrimina. Temen que la reducción de sus horarios y no los de otras zonas disuada a la clientela de acudir a sus locales y les arruine el negocio.
Los dos afectados piden que la hora de cierre sea a las cinco durante todo el año. «La gente sale de fiesta a partir de la una y así ni va a venir», comenta Jon Riveros, propietario de Assúkar. Cerrar a las cuatro en temporada baja «nos afecta mucho, porque nos deja solo dos horas de margen para trabajar», argumentan.