Marta Vidal es la madre de la criatura. La exconsellera con el PP fue quien elaboró y tramitó la Norma Territorial Transitoria (NTT), que ahora el equipo de gobierno del Consell quiere derogar de forma parcial. Vaticina que no será así, que el tercer intento del tripartito de tumbarla fracasará por cuestiones jurídicas, pese a que cuenta con informes favorables. «El proceso que se inicia nace nulo de pleno derecho». Duda de que se llegue a producir la aprobación definitiva, pero, si ocurre, asegura que ella misma acudirá a los tribunales para recurrirla y evidenciar así que se ha hecho mal.
Dos razones, sobre todo, sustentan su postura. Por un lado, dice, la derogación se basa en la disposición de la Ley del Suelo que permitió crear la NTT y la regulaba. El Govern la eliminó mediante un decreto ley en 2016. Fue, expone la exconsellera, un primer intento fracasado de fulminar la NTT.
Un segundo intento de derogar la NTT se inició en marzo de 2016, pero el hecho de comenzar como total con la voluntad de acabar siendo parcial, explica Marta Vidal, la condenó a otro fracaso. «Un año más de inseguridad jurídica que hemos pasado», afirma.