El departamento de Juventud del Consell convoca cada dos meses una reunión con todos los concejales para poner en común asuntos que deben abordarse con carácter insular. La última convocatoria se saldó con la presencia de un solo regidor. Los otros siete no acudieron. Fue la gota que colmó el vaso de una dinámica que lleva unos meses insinuándose. Y el asunto ha abierto un debate interno sobre la efectividad de estas convocatorias. La opinión es más bien diversa.
Algunos concejales lo achacan a temas de agenda. Otros consideran que esta falta de asistencia deja entrever «desinterés» por las reuniones, desde el punto de vista de que no son lo suficientemente efectivas ni participativas. Los asuntos que se trasladan a estas reuniones «están cerrados» y en muchas ocasiones son temas «repetitivos»,