«Dejar un problema latente sin abordar es más perjudicial que afrontarlo, además ser muy irresponsable». Así lo considera la presidenta de la gestora insular del PSOE, María José Camps, al valorar la crisis de gobierno que ha estallado en el seno municipal de Sant Lluís. La líder socialista es contundente al afirmar que la imagen que se ha dado ha sido «de responsabilidad» porque «el error hubiera sido huir del problema y esconderlo; hay que parar, hablar y redefinir el pacto de gobierno rubricado al principio de la legislatura».
Suscribe las palabras de la concejala Teresa Borrás cuando aseguraba que los egos deben dar un paso atrás para dejar que la izquierda avance, lo que viene a confirmar que «las cuestiones no son tan políticas como de engranaje de equipo». Camps explica que las ediles socialistas llevaban semanas intentando iniciar un diálogo sin recibir respuesta por parte de los otros socios, de ahí que se planteara la opción de retornar las delegaciones a alcaldía para poner fin a estas discrepancias, pero al final «no ha sido necesario, se forzó una reunión» en la que quedó claro que el objetivo es que el gobierno de izquierdas es la prioridad. La situación no es nada cómoda para quienes tienen que gestionarlo pero «todos son cargos electos por la ciudadanía que se merece un ejercicio de responsabilidad».