Un millón de turistas británicos que son los que visitan la Isla en la temporada estival se verán obligados a pasar el control de pasaportes en el aeropuerto menorquín a propósito de la nueva norma dictada por la Unión Europea que, desde el pasado viernes, refuerza los controles fronterizos en la entrada y salida del área Schengen (de libre circulación) en el marco de la lucha antiterrorista.
La UE ha decidido extender estos controles a los ciudadanos comunitarios dado que la mayoría de los participantes en los actos terroristas de Europa en los últimos años tenían pasaporte europeo. La norma nace con excepciones para evitar el colapso que ya se produjo, por ejemplo, en el aeropuerto de El Prat, en Semana Santa, y dado que muchos países carecen de tecnología para las comprobaciones, la norma otorga seis meses de margen para aplicarla de pleno. El margen podrá extenderse a 18 meses en casos excepcionales.
El de Menorca será uno de los aeropuertos que pueden verse más afectados por la aplicación de la norma dada la llegada del millón de británicos en temporada estival ya que el Reino Unido, como Bulgaria, Croacia, Irlanda, Chipre y Rumanía, no pertenecen al área de libre circulación europea.
El director insular de la Administración del Estado, el director del aeropuerto, el jefe de seguridad de la instalación y los representantes de los puestos de las fuerzas de seguridad se reunieron hace una semana para valorar la aplicación de la norma de manera que sea lo más ágil posible.
Se ha calculado un tiempo estimado de 12 segundos, como mínimo, para el control de cada pasajero. Mientras, tanto las fuerzas de seguridad como los responsables del aeropuerto acordaron realizar un estudio, que incluya simulaciones, para determinar las necesidades que eviten las aglomeraciones. Algunas, en los últimos días en vuelos procedentes de Inglaterra, ya han provocado quejas por el tiempo de espera para los controles.
El aeropuerto de Menorca dispone de solo dos verificadores, es decir, las cabinas que ocupan los agentes, para realizar los controles. El estudio determinará cuántos se necesitan y como dotarlos lo que supone otro problema grave añadido dado lo ajustado de la plantilla de la Policía Nacional en Maó.