Menorca Talayótica no será declarada este año Patrimonio cultural de la Humanidad, pero la candidatura no ha sido descartada y podrá intentarlo en otra convocatoria. El informe del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos), determinante para la decisión de la Unesco, cuestiona alguno de los aspectos incluidos en el expediente menorquín, exige más documentación y la justificación de algunas propuestas, según han advertido fuentes próximas al Consell que han tenido acceso al informe. Tanto la presidenta como el conseller de Cultura eludieron cualquier comentario al respecto hasta que hoy den a conocer el documento del que disponen desde hace unos días.
Por tanto, hasta que se divulgue el contenido del mismo, solo se conoce que la candidatura ha perdido todas sus opciones para la cuadragésimo primera reunión del Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco, que se celebra en Cracovia del 2 al 12 de julio próximo, la cita en la que se habían depositado las esperanzas de la declaración después de que en la reunión del año pasado se hubiese antepuesto la candidatura de los dólmenes de Antequera, que además obtuvo el reconocimiento internacional buscado. Para 2017, la Menorca Talayótica se había quedado como única candidatura española.
No se ha dado carpetazo al proyecto pero el informe de Icomos supone un duro revés para un desafío que contaba con unanimidad política y social, excepción hecha de la alarma levantada por la sociedad Martí i Bella respecto a la ampliación del parque solar de Son Salomó. Las expectativas creadas tras cinco años de divulgación, apoyo y sensibilización se han desinflado de modo inesperado. Es de esperar que la autoridades menorquinas y autonómicas despejen hoy la duda abierta sobre la continuidad o no del proyecto. Ángela Rojas, coordinadora del expediente, miembro de honor de Icomos, declaraba hace justo un año su convencimiento de que la candidatura de Menorca «no será rechazada, tarde o temprano terminará siendo Patrimonio Mundial».
Entre las hipótesis que se barajan para explicar el descarrilamiento de la propuesta menorquina figuran las divergencias de criterio en el seno de Icomos, que se habrían llevado por delante la Menorca Talayótica. Una corriente defendería bienes seriados y otra paisaje cultural como definición del proyecto, un debate sin conclusión que ha provocado una víctima inocente e indirecta. Tampoco es ajeno el recelo de miembros de Icomos, que es el órgano que hace la propuesta al Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco, al excesivo número de monumentos o conjuntos monumentales españoles que gozan de la declaración internacional, factor que habría jugado en contra de Menorca.
Otra hipótesis apunta a la exclusión de los talayotes de Mallorca de la candidatura menorquina. Si bien parece extraño y existen razones lógicas y naturales para la delimitación territorial de la candidatura, la relación histórica y cultural de los monumentos justificarían la inclusión, una teoría sostenible desde un punto de vista conceptual y que podría figurar entre los requerimientos apuntados en el informe de Icomos.
Finalmente, dentro de las conclusiones de un informe que no es positivo, se destaca que los mayores reparos serían de carácter técnico y, por tanto, subsanables.