El 1 de mayo entró en vigor la ordenanza que regula los nuevos horarios nocturnos para los locales de Maó divididos en dos grupos, cafés concierto (discotecas o salas de espectáculo y baile), por un lado, y bares y restaurantes, por otro, aprobados en el pleno de marzo tras un largo proceso de debate que no ha satisfecho a todos. Los cambios persiguen conciliar el descanso vecinal y, como consecuencia, desviar 'la marcha' hacia el puerto en aras a su rehabilitacion como zona fundamental del ocio nocturno que lo fue hace años.
Los locales del centro han visto como se adelantaba una o dos horas su cierre obligatorio, según sea la temporada invernal o estival, mientras que los del puerto autorizados como café-concierto (locales con música y baile) mantienen las 6 de la mañana como horario límite.
Respetar el descanso de los vecinos en el centro de la ciudad causando el mínimo efecto posible en los empresarios de bares y salas cuyo negocio se centra en la noche y la madrugada no es tarea fácil. En todo caso, las modificaciones facilitan ?casi obligan? a la reactivación del ocio en el puerto de Maó, especialmente en el andén de poniente donde el ambiente sufrió una caída pronunciada hace años.