El plan de usos del Pati de Sa Lluna, en Alaior, plantea una externalización de la gestión del espacio, que deberá ir a cargo de una empresa privada tras su adjudicación, previsiblemente, mediante un concurso. Así se recoge en el documento elaborado por la empresa Mediterraneum, por encargo de la comisión de seguimiento que se encarga de relanzar el recinto. El trabajo se presenta esta tarde en sociedad, a partir de las 20 horas, en la Sala de Actividades Ciudadanas del Consistorio alaiorense.
El documento no se ha querido hacer público todavía por parte de las administraciones responsables. No obstante, este diario ha podido saber que el plan de usos contempla una gestión integrada de todo el espacio, incluídos los espacios que pueden generar ingresos, como es el caso del bar/cantina previsto en la planta baja. También se incluye dentro de la unidad de gestión que se pretende externalizar el espacio de la iglesia de Sant Diego, que en estos momentos ya se está utilizando para la celebración de distintos actos de carácter cultural, con un alto nivel de actividad.
La externalización completa de la gestión era una de las opciones que la comisión de seguimiento (integrada por el Ayuntamiento de Alaior, el Consell y la Agencia Balear de Turismo) planteó para llevar las riendas del remodelado Pati de Sa Lluna en el momento en que se encargó a Mediterraneum la elaboración del plan de usos y estudio de viabilidad del espacio. Otras eran la gestión pública o las concesiones de carácter parcial.
Parte la propuesta del plan de usos del hecho que la gestión del Pati de Sa Lluna va a ser a todas luces deficitaria. Las adminsitraciones van a tener que poner dinero para sufragar el mantenimiento y la actividad del recinto, que se sumará al que se pueda obtenerse de su explotación.
Bar
Sobre la existencia de oferta de restauración en el espacio, una de las cuestiones que más controversia ha suscitado dentro del debate sobre los usos que se deben dar al Pati de Sa Lluna, el plan de usos establece la existencia de un bar/cantina en la planta baja. Además, la totalidad de la superficie que ocupa la tercera planta se reserva para un novedoso centro gastronómico, con vocación divulgativa de uno de los valores más atractivos de la Isla. El resto del edificio contempla, entre otras cosas, espacios expositivos y salas para el desarrollo de actividades.
Un proyecto todavía por acabar
El plan de usos se presenta este miércoles, cuando las obras de acondicionamiento del espacio todavía están sin acabar y no se ha equipado. Restan aspectos como la restauración de las grisallas, la climatización o el propio equipamiento, entre otras cuestiones. El proyecto para acabar la reforma del espacio ha sido incluído dentro de los que se van a financiar con los fondos del impuesto de turismo sostenible, con un importe asignado de 884.693 euros. La previsión que maneja la comisión es que la obra se acabe en 2018.