Los taxistas de Ciutadella están a un paso de suspender su servicio dentro de la estación marítima de Son Blanc. Aseguran estar hartos de ser centro de la diana de agentes portuarios que trabajan en la zona y que les están haciendo la vida imposible. Y están dispuestos a solicitar un cambio de ubicación de la parada de taxis que tienen ahora habilitada en el recinto para acabar con una «persecución» que tachan de «injustificada» y «sin sentido».
El colectivo de profesionales de este servicio denuncia un alud de multas cuyo objeto -dicen- nada tiene que ver con el incumplimiento de normas. Algunas de las que llevan acumuladas obedecen «a multas por estar riéndose del sancionador, por estacionar en la parada de taxis, cuando somos taxistas, o por hacer un uso inadecuado de las instalaciones portuarias», unos asuntos que los afectados ven totalmente incongruentes y sin base sancionadora. Algunos ya acumulan cinco notificaciones, una situación que «nunca antes habíamos sufrido», alertan.