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Más de 60 ‘caixers', molestos por la eliminación de las invitaciones en Maó

Consideran injusto que se mantengan las ‘convidades' en las fiestas de Llucmaçanes y Sant Climent

Anterior asamblea. Desde abril de 2015 no se ha convocado a los ‘caixers’ para recabar su opinión. Héctor Pons explica que se hace en encuentros como los sorteos. Hace dos años también se realizó por el malestar de una parte del colectivo

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Una parte importante de los caixers de las fiestas de la Mare de Déu de Gràcia, 67, han firmado y entregado al Ayuntamiento de Maó una carta en la que expresan su malestar por la eliminación de las invitaciones a jinetes de otros pueblos, ya que consideran injusto que esta medida, para ellos cuestionable, no se aplique en Llucmaçanes y Sant Climent. La decisión de la Junta de Caixers pretende reducir el volumen de caballos.

La eliminación de las invitaciones es recíproca. Así, los mahoneses que no sean de Sant Climent o Llucmaçanes solo podrán salir este verano en las fiestas de Gràcia, y, si tienen suerte en un sorteo, en estas otras dos del municipio. Hasta ahora podían en Es Castell, Sant Lluís y Fornells. Caixers consultados entienden que la cantidad de caballos que se reduce con la medida, una decena, no compensa este perjuicio ni soluciona el problema de la masificación.

El punto que más resquemor genera es que la eliminación de las invitaciones solo sea para las fiestas de Gràcia, y no para Sant Gaietà y Sant Climent, donde no hay problemas de cantidad. Afirman que esta diferencia no encaja en los protocolos, que son únicos para todas las celebraciones. Esto provoca que un caixer de Sant Climent o Llucmaçanes sí tenga este verano la opción de salir en más fiestas: las propias, las de Gràcia (porque son mahoneses), y en los tres pueblos donde se invita. Además, para abrir las fiestas de Llucmaçanes y Sant Climent a un mayor número de caixers de Maó se ha limitado su presencia a una única tanda, por lo que apenas les vale la pena el esfuerzo de preparar el caballo. Piden que estos asuntos se debatan en una asamblea, ya que no se ha organizado ninguna en los últimos dos años.

El concejal de Fiestas, Héctor Pons, reconoce que este tipo de decisiones «siempre son complicadas», pero que es necesario actuar de algún modo en Maó porque es donde hay situaciones problemáticas. Pons se muestra abierto a «dialogar, escuchar y atender propuestas positivas».

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