La conversión del antiguo Cuartel de Santiago en la nueva sede de la Escuela de Adultos Joan Mir i Mir de Maó va dando pasos, aunque el ritmo no sea el que desearía la comunidad educativa del centro. La Conselleria de Educación ha entregado ya al Ayuntamiento un anteproyecto de la reforma del edificio, según explica la concejal Laia Obrador, al mismo tiempo que el Consistorio avanza en el cambio de uso del inmueble que se construyó para un uso militar.
El anteproyecto define ya el espacio que ocupa cada una de las aulas y servicios comunes de la nueva Escuela de Adultos. Un estudio realizado por la Conselleria sobre la superficie del edificio descarta que pueda albergar además las aulas de la Escuela Oficial de Idiomas, una opción que se venía contemplando de un tiempo a esta parte puesto que esta oferta educativa se desarrolla en el IES Cap de Llevant.
«No está parado, de hecho es una iniciativa que va por delante de otras como el Conservatorio», comenta Obrador ante el comentario que ha surgido estos días de que el proyecto para la reforma de la Sala Augusta había ralentizado la iniciativa del Cuartel de Santiago. La concejal explica que las dos primeras fases de la reforma, de acondicionamiento del edificio, están acabadas a la espera del certificado de final de obra. Cuando este documento se emita, la Conselleria de Educación deberá abonar al Consistorio la mitad del coste de esta actuación, algo menos de 300.000 euros.
La fase final del proyecto debe ser financiada por completo por el Govern. De hecho, aparece en el Plan de Infraestructuras para los próximos años, aunque en el mismo concepto que el Conservatorio y con una partida global plurianual de 3,5 millones de euros, que se antoja insuficiente para ambas intervenciones. Una pequeña parte del edificio se cederá al Ayuntamiento de Maó, para el desarrollo de actividades propias.
El calendario actual de Educación marca que el proyecto definitivo de acondicionamiento del Cuartel de Santiago esté listo en octubre para ponerse manos a la obra en 2018. Desde la dirección de la Escuela de Adultos, Alejandra Marín comenta que les gustaría poder opinar sobre el diseño final, ya que sus necesidades son muy concretas y específicas para cada una de las distintas materias. Dan un voto de confianza a las administraciones, aunque mantienen los recelos de muchos años de reivindicación en vano. «Vemos buena voluntad en el Ayuntamiento de Maó, pero continúa la sensación de que la Conselleria no lo acaba de ver como prioritario», afirma la directora.
En estos momentos, los problemas de espacio en la Escuela de Adultos de Maó continúan siendo evidentes. Utilizan su sede principal del Carrer Sant Joan además de tres centros docentes de Primaria y Secundaria. Mientras, van parcheando. «Recibimos un alumno que va en silla de ruedas, y el espacio no está adaptado. No puede realizar su formación de forma adecuada, nos obligará a hacer cambios a todos los entes implicados. El edificio no cumple ningún tipo de normativa», resume la directora del centro.