Sostiene un veterano hotelero que septiembre es el periodo que da la auténtica medida de la temporada. Las previsiones del que acaba de comenzar son excelentes en sus dos y, en algunos casos tres, primeras semanas para algunos establecimientos, que tienen reservado el cien por cien de su oferta. La previsión cae en su tramo final y la media de ocupación de la planta total de alojamiento y el conjunto del mes se situará finalmente en el 82 por ciento, según los datos que maneja Ashome.
La mayor ocupación responde a la garantía de contratación con touroperadores, opción a la que se acogen al menos dos de los grupos hoteleros menorquines. Otros que han cambiado al sistema mixto, con contratación libre, reconocen porcentajes en torno al 90 por ciento. La decena de empresarios consultados este viernes -hoteleros y gestores de complejos de apartamentos- respondieron con optimismo respecto al mes que acaba de comenzar, «los primeros veinte días serán espectaculares, el fin de temporada es bueno», declara convencido un hotelero de la Isla.
El verdadero punto de inflexión de la temporada se registrará en el último tramo de septiembre coincidiendo con la reducción de vuelos y la oferta de plazas para viajar a la Isla. Es una de las razones por la que en octubre la ocupación caerá al 50 por ciento. Una de las multinacionales con presencia y hoteles emblemáticos en la costa menorquina muestra previsiones a la baja con respecto al año pasado, -2,6 por ciento en septiembre, mientras que para octubre espera una ocupación similar.
En todos los casos, hoteleros de la Isla y grupos mallorquines, señalan que los establecimientos cerrarán sus puertas entre el 15 y el 29 de octubre.
El mes cumbre de la temporada ha cerrado con una ocupación que Ashome, a falta de contabilizar todos los datos- calcula en el 93 por ciento de ocupación media y un promedio de siete días de estancia. La variación es notable entre tipos de establecimiento, al igual que ocurrió el año pasado los de mayor categoría registran más demanda, aunque los mejores niveles de ocupación se han dado en hoteles de tres y cuatro estrellas.
Pero en agosto ha habido plazas libres en los hoteles, «algunos nos hemos quedado en el 98 por ciento de ocupación, un registro evidente de que ha ido bien pero no ha sido extraordinario», apunta otro hotelero menorquín, quien acusa también al crecimiento de la oferta irregular para explicar la diferencia entre estadística de entrada de pasajeros, que van al alza y la ocupación hotelera, que se estabiliza sin alcanzar el lleno.
El impacto de la oferta no reglada de alquiler es sugerida también por una multinacional que gestiona cuatro hoteles y más de tres mil plazas en Menorca y que presenta descensos de ocupación en julio (-3,7 por ciento ) y agosto (-1,2).
De confirmarse la primera estimación hotelera la ocupación habría bajado dos puntos respesto a la del año pasado, que estableció en el 95 opor ciento.
Por mercados, casi todos los consultados aprecian descenso del turismo nacional.