Junts per Lô no tira la toalla respecto al impacto de los hoteles de la cadena Meliá Hotels de Son Bou. Pide ahora un pleno extraordinario y urgente al insistir en la necesidad de suspender preventivamente las licencias para la zona afectada por la remodelación de la cadena hotelera e iniciar una negociación con la empresa con la que lograr un proyecto de menor impacto.
«Es una asignatura pendiente de los menorquines desde el mismo momento de la inauguración de los hoteles», afirma la formación.
La oposición asegura que «lejos de provocar un agravio económico a la Administración y al pueblo, lo que proponemos es la utilización de herramientas seguras que la ley pone al alcance», en palabras de su portavoz, Maria Camps.
Hay mucha gente que está convencida de que las urbanizaciones turísticas cuya arquitectura imita el mismo modelo que liquida, es decir, el tradicional menorquín de casitas blancas supone sólo por eso un menor impacto ambiental. Es un grave error pensar que destrozar la costa menorquina llenandola de pueblecitos postizos es menos agresivo para el patrimonio natural, principal activo de la Isla, que construir dos hoteles grandes. Se destroza más territorio que es un bien limitado y se afecta más a los ecosistemas naturales. Centrarse sólo es el aspecto visual evidencia un desconocimiento absoluto de lo que significa proteger el territorio y el medio natural. Siento una pena enorme por lo que está sucediendo en la Isla.