Menorca se enfrenta a un mínimo de dos años de aislamiento eléctrico. Es el plazo previsto para las obras de instalación del nuevo cable submarino que unirá las subestaciones de Artà y de Ciutadella, todavía sin fecha de inicio, según confirmó este jueves Red Eléctrica de España. El proyecto está pendiente de superar los últimos trámites administrativos y, una vez los obtenga, arrancará un complejo proceso, teniendo en cuenta que en todo el mundo no hay más de cinco barcos cableros que puedan albergar los más de 40 kilómetros de cable que será necesario para salvar el Canal de Menorca.
Al menos hasta el año 2020 la Isla no podrá recuperar la conexión eléctrica con Mallorca de la que gozaba desde 1975, el año en que se instaló el cable que ahora Red Eléctrica ha dado por muerto. La empresa defendió ayer en voz de su delegado regional de Balears, Eduardo Maynau, que la decisión no ha sido gratuita. Asegura que no han escatimado esfuerzos por arreglar un cable que estaba cerca del final de su vida útil y que desde 2010 les ha supuesto una inversión de ocho millones de euros en labores de mantenimiento: «La empresa fabricante nos confirmó que no tiene arreglo», explicó Maynau, quien defiende que «se ha puesto por delante el medio ambiente», en alusión al riesgo de que se repitieran vertidos como los ocurridos en verano de 2016.