El análisis de la movilidad en Maó presentado por la empresa Cinesi hace unos días indica que existe un margen de mejora importante con la línea de autobús urbano (L15), sobre todo porque «el regreso desde el Hospital Mateu Orfila a la estación es muy largo y poco competitivo».
De hecho, uno de los objetivos perseguidos desde tiempo ya por la administración es potenciar el uso del transporte público para acudir al centro sanitario, donde el colapso de vehículos privados en el parking es evidente.
Con la intención de contribuir a la corrección de este aspecto, Cinesi ha presentado una propuesta de ruta alternativa, que acorta el tiempo estimado que discurriría entre la parada del hospital y el momento en el que el autobús vuelve a pasar por el centro de la ciudad.
Se realiza en base a una modificación que desvía una parte del trayecto actual hacia Explanada, Cós de Gràcia y Borja Moll, y que además suprime la bajada al puerto de Maó, entre otros cambios. También plantea, como opcional, sumar Malbúger a la ruta.
La teniente de Alcaldía Dolors Antonio explica que ahora la propuesta debe ser revisada por la mesa de movilidad que trabaja en el plan de usos. «El recorrido no puede durar más de 25 o 30 minutos para ser operativo», señala. Indica que el Consell está revisando esta cuestión.
También en cuanto a transporte público, Cinesi apunta como debilidades la falta de información al usuario y la elevada duración de algunos trayectos, como la ruta Maó-Sant Lluís y, especialmente, la ruta Maó-Fornells, que tarda, indica el estudio, casi el doble que el mismo trayecto en vehículo privado en temporada alta.
Aparcamientos
En cuanto al problema del aparcamiento en la ciudad, el estudio indica que en zonas como el puerto, el centro histórico o Tanques del Carme «existe una indisciplina viaria», que se traduce en más coches aparcados que el número de plazas existentes.
Este incivismo tiene que ver también con una «ausencia generalizada de aceras con amplitud adecuada, especialmente en barrios del centro, Tanques del Carme y Molí des Pla», calles estrechas donde se permite estacionar vehículos, «que suben a la acera por falta de espacio». Esta circunstancia se relaciona además con la falta de seguridad, a la que también contribuye la elevada velocidad a la que se circula.
Esto ocurre mientras espacios reservados a aparcamiento como la zona naranja (de pago a bajo precio) de Sínia des Cuc o los privados soterrados están infrautilizados, lo que se resume en una «falta de gestión de la oferta actual».
Uno de los déficits que señala al Cinesi al respecto se refiere a la deficiente señalización que debe permitir que existan unos flujos correctos de los coches que entran en la ciudad hacia las bolsas de aparcamiento.