Mejor servicio, más prestaciones, menos costes y criterios únicos desde una visión insular de esta actividad. Son los objetivos por los que continúan trabajando el Consell y los ayuntamientos de Maó y Ciutadella en lo que se refiere a la gestión de los dos mataderos que existen en la Isla. Ayer se celebró una reunión entre todas las partes implicadas, un encuentro que se irá repitiendo en los próximos meses con una elevada frecuencia con la intención de definir una propuesta para la unificación del servicio, que deberá incluir una serie de inversiones (sobre todo en las dependencias de Ciutadella) y una homogeneización de las tasas.
En la reunión de este viernes participaron los representantes de los dos equipos de gobierno municipales, liderados por las respectivas alcaldesas Conxa Juanola y Joana Gomila, los responsables de los dos mataderos y el director insular de Medio Rural y Marino, Miquel Truyol. Se celebró en las instalaciones de Maó, con la intención de analizar en conjunto la manera de funcionar de este servicio.
Uno de los problemas que se abordó, y que continúan estando sobre la mesa, es la eliminación de los residuos de origen animal, cuyo tratamiento en la planta de Milà se ha encarecido recientemente de forma considerable. Ciutadella avanza hacia la congelación de estos despojos para trasladarlos fuera de la Isla, opción más económica, mientras que el Ayuntamiento de Maó ha adquirido una máquina que permite secar estos residuos con lo que se disminuye su volumen y por tanto el importe a abonar a la empresa que los trata. De todos modos, la alcaldesa Conxa Juanola afirma que el importe del problema en Maó no es tan elevado como en el matadero de Ciutadella.
No hubo todavía propuestas concretas, cantidades cerradas ni pasos definitivos en una reunión que se concibe simplemente como de trabajo y que se repetirá en los próximos meses.