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La inversión por obras autorizadas en Maó pasa de 16,5 a 20 millones

Las pequeñas reformas son objeto de numerosas licencias en Maó. | Gemma Andreu

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En el último pleno del año, el concejal del PP Salvador Botella acusó al área de Urbanismo del Ayuntamiento de Maó de generar, con lo que considera un colapso en el departamento, una merma en la actividad del sector de la construcción en el municipio de 9 millones de euros en dos años, a los que añadió otros 3 millones derivados de decisiones adoptadas en relación a la movilidad. En total, 12 millones. Por esta cuestión solicitó la reprobación y renuncia de la teniente de Alcaldía Dolors Antonio.

El equipo de gobierno de Ara Maó y PSOE niega la mayor, para lo cual aporta datos. Considera que el cálculo de Botella es simplemente falso, irreal, porque la realidad es exactamente la contraria. En los diez primeros meses del año las licencias de obra autorizadas por el Consistorio suman una inversión de 18,5 millones de euros, por lo que la proyección para el cierre del año pasado sería de unos 20 millones de euros, o más. La cifra supera de forma considerable los 16,5 millones de inversión del sector de la construcción de 2016, consolidando una tendencia al alza que se inició en 2014 cuando se pasó del valle de 5,2 millones en 2013 a 8,8 millones de euros.

El cálculo de Botella se basa en la recaudación del ICIO (impuesto de obras) proyectada para 2017 y presupuestada para 2018. El concejal del PP explicó que la previsión del año pasado era de 215.000 euros, y que esta se realiza en base a la liquidación del anterior. Según su versión, la proyección de recaudación real se queda en 170.000 euros, y de aquí que esta sea la cantidad de ICIO presupuestada para 2018. Así, son 90.000 euros por este impuesto menos en dos años. Teniendo en cuenta que el ICIO es el 1 por ciento del presupuesto de la obra: 9 millones de euros menos de actividad.

Desde el equipo de gobierno señalan que las previsiones de ingresos siempre se llevan a cabo con una extremada prudencia, de aquí que la cifra tienda a la baja en las últimas cuentas. Durante los diez primeros meses de 2017 (último dato cerrado), el ICIO neto generado era de 185.861 euros, por lo que aseguran que al final la previsión de 215.000 euros no se quedará tan lejos, y que seguramente la estimación para 2018 quedará superada. «Los presupuestos son previsiones, y la ley nos obliga a ajustar el capítulo de ingresos», explican tanto la alcaldesa Conxa Juanola como el teniente de Alcaldía Jordi Tutzó. «No son datos reales».

La recaudación por ICIO alcanzó en 2011 los 665.000 euros, pero con un tipo del 3,2 por ciento, que se redujo durante el pasado mandato. Desde el equipo de gobierno consideran que la recuperación de la actividad no depende del Consistorio, sino del contexto económico general. «Aumenta la actividad, vemos que hay mucha rehabilitación, pequeñas obras, y esto está bien porque beneficia a más pequeñas empresas», indican desde el equipo de gobierno. Sin duda, a más licencias solicitadas, más carga de trabajo en Urbanismo, lo que repercute en un mayor tiempo de tramitación de los permisos, aunque siempre de forma razonable, «no existe un colapso ni una menor inversión».

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