El PP de Maó considera que el incremento del importe de las obras autorizadas por el Ayuntamiento de Maó en los últimos años no se contradice con el hecho que el departamento de Urbanismo esté «colapsado». Es más, el concejal Salvador Botella asegura que de forma deliberada no se está haciendo nada para solventar este problema, «existe una voluntad política de ralentizar el desarrollo urbanístico en Maó, lo quieren frenar, y como el área es del PSOE, la alcaldesa se va de rositas. Ella está impidiendo que haya más obras». Lamenta que solo se priorice la obra pública, «la privada debe existir también».
Botella reitera la «incapacidad manifiesta» de la concejal Dolors Antonio para gestionar Urbanismo, «tanto es así que desde el PSOE no han sabido explicar lo que pasa, Antonio debe dar la cara, es curioso que no sea ella quien salga a dar explicaciones». Apunta que el área se ha reforzado con el personal absorbido del PUM «y no se ha notado». Tanto Botella como la portavoz Águeda Reynés reclaman «una actuación inmediata en Urbanismo para salir del estancamiento, con refuerzos y la sustitución de la dirección si es necesario». Reynés recuerda que durante el mandato del PP se llegaron a conceder las licencias con una demora media de tres meses, a pesar de que el departamento también tenía otros trabajos internos que realizar.
Sobre los datos que aporta el equipo de gobierno y la acusación de que los cálculos de merma económica que dio el PP se basan en cifras irreales, Botella y Reynés afirman que «ellos son los que manipulan los datos, hablan de octubre cuando tienen ltodo el año. ¿Por qué no los dan? Y hablan de aumento de inversión, no lo negamos, pero podría ser mucho mayor».
Asegura Botella que el juego con las cifras se traslada a los presupuestos, «hinchan partidas por simple comodidad, hacen lo que les da la gana y suben el 30 por ciento los gastos varios solo para solventar tensiones internas».