El Partido Popular de Menorca pide al Consell que la nueva normativa que debe regular el alquiler turístico en la Isla no «suponga un paso atrás». Apuesta por «mantener, como mínimo, el alquiler turístico en los mismos términos que en el pasado mandato: en los unifamiliares (aislados, pareados a dos y entre medianeras) en toda Menorca independientemente de la calificación del suelo», exigiendo que no se vete en el suelo rústico.
En este sentido, el PP aboga por «permitir el alquiler turístico en edificaciones unifamiliares existentes y legales en suelo rústico», alegando que «los ingresos generados por esta actividad contribuyen a mejorar la renta agraria, al mantenimiento del campo y del patrimonio».
El Partido Popular asegura que está en contra de restringir una actividad, como el alquiler turístico, que califica de «muy positiva para los menorquines y su economía». Así lo afirmaron ayer de forma unánime los dirigentes populares que participaron en una jornada de trabajo que reunió a alcaldes, presidentes de juntas locales, portavoces de los grupos en los ayuntamientos, Consell y Parlament, y que estuvo encabezada por la presidenta del PP de Menorca, Misericordia Sugrañes. «El alquiler turístico es positivo para Menorca y para los menorquines y como se ha demostrado en los últimos años perfectamente compatible con otros tipos de alojamiento», afirma el PP, que cree que «hay sitio para todo tipo de turistas».
El Partido Popular recuerda que «los turistas que optan por el alquiler son muy bien valorados por la oferta complementaria, ya que se mueven por toda la Isla y consumen en bares, restaurantes y supermercados, generando impactos positivos a los que no queremos renunciar». Afirma que en los últimos años el alquiler turístico se ha popularizado en todos los destinos y que «Menorca no puede quedar fuera de este circuito», por lo que reclama «dar respuesta a las demandas de los nuevos viajeros y a las especificidades y necesidades de los menorquines». Para el PP «permitir alquilar un inmueble a un propietario contribuye a redistribuir la riqueza turística e incrementa la renta disponible de las familias», además de «ser factor que contribuye a fomentar la rehabilitación del parque de viviendas, lo que genera efectos positivos en el bolsillo de los menorquines y en la imagen de nuestros pueblos y ciudades». Asimismo considera que posibilita «el incremento del número de plazas sin consumir territorio, lo que genera efectos positivos en las economías de los menorquines».