La oposición de una parte importante de los comerciantes a los procesos de peatonalización «son habituales», tal como se ha visto en Sant Lluís. Y aunque «es normal» que se viva con preocupación la posibilidad de que estos cambios repercutan en la afluencia de clientes «en otros pueblos y ciudades el comercio sale beneficiado de estas intervenciones de mejora peatonal». Ésta es una de las conclusiones a las que llega la consultora Gea 21 que llevó a cabo un taller de movilidad en Sant Lluís sobre Es Cós.
El propósito de este taller no era tanto llegar a una alternativa concreta sino matizar las distintas opciones y mitigar conflictos, detallan los expertos. Durante la sesión se plantearon tres alternativas para Es Cós. En todas se da un paso en firme hacia la peatonalización. Se pacifica el tráfico, aunque en intensidades distintas.
La asesoría destaca en el documento de resultados que sea cual sea la alternativa por la que se apueste, hay que complementarlo con una intervención en los ejes transversales a Es Cós para hacerlos accesibles y cumplir con la normativa de supresión de barreras. También aboga por la promoción de Es Cós como eje comercial y la creación y mejor señalización de bolsas de aparcamiento periféricas. Apuesta por regular los usos de las terrazas.
Gea21 considera, asimismo, que la celebración de una consulta puede «polarizar» el debate aún más y «dificultar» que se puedan ir tomando medidas de forma progresiva. Votar alternativas cerradas «cristaliza y fija» una solución técnica dificultando que en otro momento puedan plantearse cambios. Y agrega que «parece más oportuno plantear no tanto una alternativa concreta sino un modelo de movilidad que recoja el sentir social».
No obstante, dado que se había adquirido este compromiso, propone lanzar una consulta a partir de tres ideas surgidas del debate. Plantea: cerrar el tráfico en fines de semana, festivos y vísperas y limitar la velocidad a 20 km/h en días laborables; peatonalizar parcialmente (cerrar de forma permanente el tramo del Pla de Sa Creu) o prohibir el tráfico de forma permanente.
El concejal Remi Lora indica que no renuncian a la consulta aunque «si llegamos a consensos, lo valoraríamos». Y avanza que el Ayuntamiento crea una comisión interna de seguimiento para conciliar las distintas posturas y poder mejorar la movilidad.
Las calles sin coches se ven preciosas. Y los dueños de los comercios de las calles fumando en la puerta sin clientes también. Se sustituye el humo de los coches por el del cigarrillo y se mantiene el entorno. Dejar el futuro de las familias que viven del comercio en manos de estos individuos es una catástrofe. Hunden lo que tocan.