Cultura ya trabaja en el incremento de las medidas de vigilancia en los monumentos, una cuestión que ya se incluía en las recomendaciones del Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco y que estaba previsto licitar con el plan de gestión de la candidatura Menorca Talayótica. Los hechos acontecidos en Sa Naveta adelantan dichas medidas, aseguró ayer Maria. Este año ya se implantarán nuevos sistemas de vigilancia que utilizarán medios tecnológicos pero el conseller manifestó que no se desvelará ni qué tipo de medio ni en qué yacimientos serán colocados, para no alertar a posibles asaltantes como los que actuaron en Ciutadella.
Tanto Maria como Ferrer destacaron que este acto vandálico es «un hecho excepcional» ya que existe una «elevada concienciación» de la sociedad menorquina sobre el valor del patrimonio histórico de la Isla. No obstante, el conseller dejó claro que ya existe vigilancia en los yacimientos arqueológicos y que la institución se gasta unos 62.000 euros anuales en ese apartado, destinados a dos vigilantes y medios materiales. «Es inviable poner vigilantes in situ 24 horas al día 365 días al año», aseveró. Maria informó del presupuesto elaborado por la empresa de seguridad con la que trabaja el Consell para este supuesto, y que ascendería por cada yacimiento a 166.375 euros al año.
«Si contamos los diez yacimientos más emblemáticos y accesibles, que son una tercera parte de los que están en el primer proyecto de candidatura a patrimonio mundial (32) la vigilancia tendría un coste de más de un millón y medio de euros anuales», apuntó. Maria considera que además «esto sería una llamada a que se pudieran atacar los otros mil cien yacimientos que no estuvieran vigilados». El conseller afirma que el caso no se puede comparar con un edificio como una catedral, «es un tópico pero es cierto, Menorca es un museo al aire libre y tiene una densidad de bienes arqueológicos sobre el terreno que hacen inviable esa medida».