El índice de confianza empresarial, que elabora el Ibestat, armonizado al comenzar el segundo trimestre se sitúa en 141,4, seis puntos por encima de la media española y uno por debajo de la balear. Respecto al año pasado aumenta un 2,31 por ciento, un reflejo de las expectativas favorables con las que el empresariado menorquín aborda la temporada turística y la evidencia a través de un indicador más de que la economía menorquina gira en torno al verano.
Algo más de la quinta parte (21,3 por ciento) de los encuestados cree que la temporada será favorable para su negocio y que aumentará la contratación (21,9), porcentajes similares al segundo trimestre del año pasado y superiores en ambos casos a 2016, el año de mayor crecimiento relativo de la última década.