Tras un fin de semana nublado y lluvioso, el regreso del buen tiempo en un mes ya turístico como junio hizo que ayer se intensificara el tráfico en los accesos a las calas vírgenes de Ciutadella y se registrara una buena ocupación en los autobuses a Macarella.
El parking de Cala en Turqueta a las 9.30 horas de la mañana ya estaba lleno y se cerró. Una hora después se procedió a clausurar el de Son Saura. Desde entonces los informadores solo dejaron entrar a los coches a cuentagotas, en función de las plazas que iban dejando los vehículos que abandonaban las calas.
Ello, añadido a la imposibilidad de llegar en coche a Macarella, obligó a los informadores del cruce de Sant Joan de Missa a desviar hasta las 13 horas (es decir en menos de cuatro horas) cerca de 300 coches.
No se generaron atascos, más allá de alguna retención (de una decena de coches) que esperaban obtener información de los controladores en el cruce de Sant Joan de Missa.
La prueba de fuego está aún por llegar. En las próximas semanas (y sobre todo en julio y agosto) se verá si la puesta en marcha del bus a Macarella logra solucionar los atascos. Los problemas, si surgen, parece que se van a circunscribir al primer tramo, es decir, desde Ciutadella hasta Sant Joan de Missa, ya que más allá de la ermita apenas hay tráfico.
El servicio de autobús a Macarella cumplió ayer tres semanas. De momento no se han registrado incidencias destacables, apunta Isidro Bellota, gerente de Autocares Torres
Bellota recalca que para evitar atascos, sobre todo en la parte final del camino, los conductores de los autobuses evitan coincidir entre ellos y también con los proveedores del restaurante, que «ya saben nuestros horarios y lo que hacen es que nos esperan y van detrás».
Las reservas se animan
El mal tiempo que ha imperado esta primavera, más el hecho de que muchos turistas desconocían que la única posibilidad de acceder a Macarella era en bus, ha hecho que los autocares viajaran con una ocupación escasa. No obstante la semana pasada se empezó a animar, con puntas que sobrepasaron los 200 pasajeros. De momento, hasta el 15 de junio, se ofrecen 18 frecuencias. Son 560 plazas diarias, aunque hay que tener en cuenta que los trayectos de primera hora van vacíos.
Autocares Torres sí que ha notado un repunte de reservas, aunque admite que los pasajeros (de momento) suelen hacer la reserva con poca antelación, entre uno y dos días antes.
Valoran añadir frecuencias después de las 23 horas los fines de semana
A partir del 16 de junio el bus a Macarella amplía frecuencias. Ofrecerá hasta 39 trayectos, cada 20 minutos. El primero saldrá de Ciutadella a las 8 horas de la mañana y el último regresa de Macarella a las 23 horas. El gerente de Autocares Torres, Isidro Bellota, avanzó que se está valorando añadir o retrasar alguna frecuencia los fines de semana más allá de las 23 horas, para que los clientes del restaurante puedan volver un poco más tarde.