Caritas ha reaccionado ante el episodio de los migrantes argelinos llegados la semana pasada a la costa menorquina con un comunicado en el que llama a la sociedad menorquina a crear proyectos para proteger a estas personas. Apuesta por un modelo de inmigración «inspirado en la acogida, la protección, la promoción y la integración como respuesta integral a los retos de la movilidad humana».
La entidad diocesana quiere que el mensaje llegue al Gobierno a través de las instituciones locales para promover de verdad un cambio en la política migratoria europea.
Recuerda desde la experiencia cercana que las personas llegan aquí porque huyen, arriesgando su propia vida, del hambre, la guerra y situaciones insostenibles en sus países. Por ello, frente a hipotéticas actitudes de rechazo, Caritas «hace un llamamiento a toda la sociedad menorquina a impulsar proyectos de cooperación internacional en favor de los países más desfavorecidos y a acoger, proteger, promover e integrar a aquellas personas que llegan a nuestra Isla», señala.
La reflexión pública de la entidad diocesana se produce en el contexto de «ausencia de una respuesta colectiva europea a la situación de las personas moviéndose en y a través del Norte del Norte de África, Oriente Medio y Europa». Esa falta de respuesta «está causando caos, confusión, sufrimiento innecesario y vulneración de derechos», acusa.