Después de ver como el Govern y la Agència Balear de l'Aigua (Abaqua) hacían oídos sordos a su presión para lograr una partida para la mejora de la depuradora Maó-Es Castell, los ayuntamientos de estos dos municipios vecinos han decidido probar suerte con el Impuesto de Turismo Sostenible, la ecotasa, y presentar conjuntamente el proyecto para el tratamiento terciario a la próxima convocatoria para el reparto de un impuesto que, cabe recordar, esta temporada se ha duplicado.
La alcaldesa de Maó, Conxa Junaola, y el alcalde de Es Castell, Lluís Camps, que en la anterior convocatoria priorizaron otros proyectos, han optado en esta por apostarlo todo al tratamiento terciario de la depuradora que comparten, un proyecto valorado en casi dos millones de euros que se convierte en el más costoso de los que los municipios presentarán. El objetivo, mejorar el tratamiento de las aguas residuales para que dejen de verterse íntegramente al mar y puedan aprovecharse para infiltrarlas en el acuífero, reducir así el nivel de nitratos y sacar el máximo partido a un bien tan escaso.
Los ayuntamientos tienen hasta el próximo 10 de agosto para presentar ante el Consell sus prepuestas y de nuevo será la institución insular la que las hará llegar a la Comisión de Impulso de Turismo Sostenible. La gran mayoría ya han decidido sus proyectos prioritarios. La conclusión general es que presentan propuestas más ambiciosas y con un coste mayor.
A la espera de Sant Lluís, que a día de ayer no había tomado una decisión, los proyectos suman casi seis millones de euros y entre ellos destacan el presentado como primera opción en Es Migjorn, la rehabilitación y el equipamiento de la casa de 'lloc' de Bincudrell para que albergue un museo del caballo y las fiestas de Menorca, con un coste de 1,2 millones de euros. También llama la atención los 1,13 millones que cuesta el proyecto presentado por Alaior, el saneamiento de Cales Coves y Son Vitamina y la conexión a la depuradora de Cala en Porter.