«Para fomentar el uso de las deixalleries se puede conseguir un descuento de 5 euros para cada titular de recibo de la tasa de basuras que aporte un mínimo de cinco entradas en los puntos limpios». Es el mensaje que lanzaba hace tan solo unos meses el Ayuntamiento de Santa Eulària des Riu, en Eivissa, para animar a los contribuyentes a utilizar su red. Es uno de los varios ejemplos que existen en España de regiones que bonifican y premian a los ciudadanos para hacer un buen uso de sus puntos limpios. Son iniciativas que toman relevancia después de que en Menorca, la red de deixalleries haya cambiado su sistema de recepción de residuos. Y en vez de premiar, extrema el control, con el consiguiente enfado de los usuarios.
Son varios los lugares que aplican bonificaciones del estilo de Santa Eulària des Riu. Algunos lo premian con un descuento en la tasa de residuos, otros sobre el recibo del agua. La Xarxa Metropolitana de Deixalleries de Barcelona calcula bonificaciones de hasta un máximo del 14 por ciento sobre el recibo del agua si se contabilizan 15 entradas en la deixalleria. El Ayuntamiento de Rubí aplica descuentos de entre el 10 y el 20 por ciento según el número de aportaciones anuales que realice el usuario.
El Consorci de Residus i Energia de Menorca asegura que esta iniciativa está ya estudiada y se implantará también en la Isla. No obstante, deben ser los ayuntamientos los que lo apliquen a través de las ordenanzas fiscales que regulan la actividad. El Consorci ayudará y asesorará a los municipios que quieran premiar a los usuarios con bonificaciones.
El Consorci de Residus i Energia de Menorca asegura que la fórmula utilizada de cobrar según el volumen y el tipo de residuo está pensada para distinguir entre un particular y un industrial y «difícilmente un particular va a superar las cantidades que se han fijado como límite». Son, agrega, cantidades muy amplias.