El Govern se muestra convencido de que los partidos del Pacte llegarán a un acuerdo sobre el texto definitivo del proyecto de ley agraria, a pesar de que la suma de las enmiendas presentadas por los partidos de izquierda, 97 en total, supera a las 93 que ha presentado el PP.
Fuentes de la Conselleria de Medio Ambiente señalaron que la mayor parte de las propuestas de modificación que han presentados los partidos del Pacte no guardan relación con temas agrarios sino con asuntos vinculados a cuestiones turísticas o urbanísticas. «Hay margen para negociar», señalan las mismas fuentes, que insisten en que es imprescindible conseguir que las explotaciones agrarias sean viables.
El urbanismo
La inclusión de medidas urbanísticas en una ley puramente agraria tiene que ver con esta filosofía, pero es aquí donde hay más discrepancias. La propuesta aprobada por el Consell de Govern es más permisiva que el Plan Territorial de Menorca, por ejemplo, que impide cualquier nueva construcción en suelo rústico, al margen del tamaño de la parcela.
El proyecto de ley abre la puerta a nuevas construcciones en rústico siempre que estén vinculadas a algún tipo de explotación agraria.
También hay discrepancias entre el Més y el PSIB en materia turística y algunas de las discrepancias también guardan relación con Menorca, donde el Consell ha prohibido el alquiler en suelo rústico, pero el proyecto de ley da carta blanca a las llamadas agroestancias. Las permite durante seis meses al año y para un máximo de seis usuarios.
Nunca se ha tenido en cuenta la diferencia de Menorca que las explotaciones agrarias son s.r.m,totalmente diferentes de las otras Islas,no se ha respetado al agricultor teniendo en cuenta que el contrato de s.r.m ya deja claro usos y costumbres así respetando las casas que viven los agricultores y familias,porque las tienen que mandar a vivir a las bolleras y establos,de hecho un 90% de los agricultores no están de acuerdo con la ley agraria.Ara és hora Pere meu,el campo menorquín ya esta jodido de muerte y los precios que no bajan de lo que necesitan los agricultores para mantener las explotaciones.