La Junta de Seguridad de las fiestas de la Mare de Déu de Gràcia dio ayer su visto bueno a la aplicación del nuevo plan de acción que recoge los distintos elementos relativos a la vigilancia y el control durante estos días. La reunión contó con representantes de los distintos cuerpos policiales, del Ayuntamiento de Maó, de la Dirección General de Emergencias y la directora insular de la Administración General del Estado, Isabel López.
El plan de acción unifica y establece pautas para la aplicación de distintas medidas que ya se venían practicando hasta la fecha. Además, analiza los posibles riesgos y evalúa la responsabilidad de cada uno de los actores implicados ante las distintas situaciones posibles. La elaboración del documento fue una iniciativa municipal que surgió hace dos años, a raíz de los graves accidentes que se produjeron después del jaleo matinal. Las fiestas del año pasado se aprovecharon como test para recoger información y este ya se aplicará, pese a que faltan algunos trámites.
«No hay cambios muy significativos respecto a lo que veníamos haciendo hasta ahora», explicaba ayer el primer teniente de Alcaldía del Ayuntamiento de Maó y responsable de Fiestas, Héctor Pons. Se mejoran aspectos como la coordinación y se consolidan como parte del protocolo mejoras ya aplicadas, como el caso de los avisos mediante cartelería o megafonía.
La novedad más visible, informa Pons, será el establecimiento de filtros de control en los accesos a los principales actos de las fiestas, como los jaleos o las corregudes. Agentes de la Policía Local velarán para que no accedan a estos espacios personas cuyo estado no sea el adecuado o que porten objetos que puedan representar un riesgo. Hay aforos máximos estimados, pero no se contarán las personas que entran. En el caso de la Plaça Constitución, se considera que con 6.200 personas se da un escenario poco favorable en cuanto a seguridad, por lo que se adoptarían medidas. Se valorará mediante percepción visual. Se considera poco probable.