Los ánimos están cada vez más caldeados entre oposición y equipo de gobierno en el Ayuntamiento de Sant Lluís. El último capítulo de la escalada de tensión que afecta al consistorio lo denunciaron ayer los tres grupos de la oposición ?PP, PSOE y PI? en un comunicado conjunto en el que acusan a la alcaldesa del municipio, Montse Morlà (de Volem Sant Lluís) de «totalitaria» y «antidemocrática» por haberles negado la posibilidad de ni siquiera debatir sobre la urgencia de dos mociones presentadas a última hora durante el último pleno celebrado el pasado miércoles.
La negativa de la alcaldesa ?previa consulta con la secretaria municipal? a admitir el debate sobre la urgencia de las dos mociones presentadas desde la oposición, una práctica habitual en esta y otras corporaciones, provocó un gran enfado de los concejales e incluso llevó al concejal del PI, Llorenç Carretero, a abandonar airadamente el salón de plenos. La práctica habitual es que se debata sobre la idoneidad de la urgencia y, si es aprobada, sobre la iniciativa en sí, pero ni tan siquiera se llegó a debatir la necesidad de la urgencia.
La primera de las mociones en cuestión la presentó el Grupo Socialista y buscaba hacer cumplir un anterior acuerdo de pleno para facilitar un espacio municipal para que los grupos políticos desempeñen la labor de oposición. La segunda moción es mucho más polémica y surge del acuerdo entre los tres grupos de la oposición para aprobar los horarios de cierre al tráfico del Cós para este invierno.
Psicodesprecio social de personas enagenadas en lo público que se idolatran a sí mismas con ansias de superioridad, que como todos sabemos es un complejo de inferioridad inconsciente.