El PP se quedó solo votando en contra los prespuestos municipales de Ciutadella para 2019. UPCM y el concejal fugado del PP, Diego Pons, se abstuvieron como colofón de un debate en el que Joan Triay realizó la crítica mejor argumentada y dejó caer que habría votado a favor las cuentas municipales si hubieran incluido una rebaja del IBI.
«Tienen más virtudes que defectos, incluso les felicitaríamos si hubieran sido más diligentes en dedicar 75.000 euros para una trituradora de despojos en el matadero», señaló. Esta decisión es consecuencia de un informe del Consell de 2017 y, según dijo, llega con un año de retraso. Preguntó por una partida para la depuradora, cuyo anuncio ha visto en la prensa y no reflejado en los prespuestos y dijo coincidir con la voluntad del actual equipo de gobierno de quitar el quiosco del Born y con la compra del antiguo edificio de Endesa.
Las críticas más contundentes de Joan Triay fueron para el PP, cuyo portavoz había intervenido antes. «Una de las ruinas de este ayuntamiento es la ‘voltadora', que todavía estamos pagando, una consecuencia de aquel mandato de 2003-2007», dijo, «11.000 metros de terreno que nos han costado seis millones más los intereses». Por esa adquisición municipal se pagarán el año que viene 425.000 euros y, en conjunto, por compras y operaciones heredadas de mandatos anteriores 1,6 millones, según expuso el concejal José López al presentar los números.
El portavoz popular atacó por el continuismo de las cuentas, «tanto que hay proyectos que se repiten año tras año porque no han sido ejecutados», acusó. Siete de los proyectos de inversión previstos provienen de 2018 y algunos de 2017». Resumió su impresión de las cuentas en «aumento de la tasa del agua, no bajan los impuestos, renuncian a ingresos y aumentan el gasto».
En el apartado económico, basado más en la memoria de la alcaldía que en los números concretos, criticó el objetivo de convertir Ciutadella en un referente turístico de calidad, «es otro brindis al sol, miren las encuestas de PIME sobre nuestros núcleos turísticos», expuso Joan Benejam.
Recibió respuesta de la alcaldesa, «hace trampa con las encuestas de PIME, en 2015 había más casillas en rojo», contestó. Además, «una playa sucia es la que tiene plásticos, una playa con posidonia, no, porque las algas forman parte del ecosistema y de la conservación de las playas», agregó Joana Gomila.
Asumió, no obstante, que queda mucho trabajo por hacer, pero contrapuso las formas, «hemos realizado tres expropiaciones bien tasadas y a precio asequible, no le cuestan al ciudano», djo abundando en la herida abierta por Joan Triay. Ante las acusaciones de arrastar proyectos y la escasa capacidad de acción mostrada, fue clara, «cumpliremos con todo lo previsto y comprometido, incluidos los presupuestos participativos», afirmó.