Un millón. Esta es la partida dentro de los presupuestos de 2019 del Consell que se destinará a ayudas para los proyectos financiados con los fondos de las inversiones sostenibles (IFS) que no consigan ejecutarse en su totalidad dentro del plazo establecido, es decir, antes de que finalice el año. «Con esta iniciativa cumplimos con el compromiso adquirido con los ayuntamientos y la ciudadanía para la ejecución de proyectos necesarios para la Isla», señala la consellera Cristina Gómez.
Falta por concretar, todavía, como será distribuida esta partida. Aunque si algo tiene claro el organismo insular es que se hará de forma equitativa entre los municipios, aunque reconocen que será complicado porque cada proyecto es una historia diferente. «Decidimos blindar este importe para ayudar a los consistorios con lo que no puedan justificar», afirma Gómez.
El anuncio de tal iniciativa ha generado cierta confusión en algunos ayuntamientos, que la interpretaron como una prórroga de ejecución para las obras. Algo que es, a la práctica, imposible, ya que el plazo, según explica Gómez, viene dado por legislación estatal.